No es lo mismo decir que hacer

Cuando inicié este blog lo hice pensando en publicar información variada que pudiera interesar a otras personas aparte de mi, y no solamente de temas políticos o que tengan que ver con política, pero hay que aceptarlo, en nuestro El Salvador día a día surge algo nuevo en el tema político y cada tema sorprende más que el anterior.

En esta ocasión me referiré al tema del gasto público y al presupuesto que aprobó la "Asamblea Legislativa de El Salvador", esas personas pensantes que el pueblo escogió en las urnas en las pasadas elecciones para que los representara en tan importante organismo del estado. Quienes prometieron de todo un poco si llegaban al puesto.

El pueblo salvadoreño les brindó la oportunidad, confiando en que cumplirían con sus promesas, pero no nos olvidemos también del Presidente de la República, que al igual que sus compañeros de partido prometieron y dieron su palabra de honor para hacer salir al país adelante y aliviar la carga que  tenia el pueblo, invirtiendo los fondos del estado en programas que dinamizaran la economía y reduciendo el despilfarro y la evasión de impuestos.

Ahora que ya están al frente y que es el momento de demostrar su disposición a cumplir sus promesas nos damos cuenta de su gran capacidad, si,  y es que es de admirar la gran capacidad y descaro que tienen en decir que siguen luchando por el pueblo cuando están haciendo todo lo contrario a lo que prometieron.

El despilfarro en las instituciones del estado, es cierto que evitaron que quienes lo hacían antes (en gobiernos anteriores) siguieran haciéndolo, ahora lo hacen ellos, los miembros y representantes del partido "oficial" que cada vez demuestran que son muy capaces de estafar al pueblo como lo hacían los anteriores.

Y es que es muy fácil prometer y gritar a los cuatro vientos que se va a hacer esto o lo otro; pero han demostrado, al estar en el lugar que querían estar que hacer lo que tanto anunciaron y prometieron se les vuelve difícil, pues les ha picado el bicho de la avaricia y se han vuelto peores que sus antecesores.

Y aún así muchas personas los defienden a capa y espada, hay que ser críticos objetivos y no marionetas de los demás.

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